Las Iglesias Católica y Ortodoxa celebra la festividad de San Pedro y de San Pablo,
fiesta que nos remonta a los orígenes del cristianismo y al inicio de la
predicación de los que recibieron la tradición más original de Jesús de
Nazaret. Ellos son las primeras columnas de la Iglesia fundada por Cristo.
Caravaggio. La conversion de S. Pablo y el Martirio de Pedro.
Bartolomé E. Murillo. Conversión y Cautividad de Pablo y Pedro |
Pedro, el galileo y antiguo pescador, es el primer testigo de pascua y pasa a ser así el apóstol primigenio de las comunidades judeo-cristianas pospascuales. No fue un azar que llegara a ser ambas cosas, porque ya antes de la muerte de Jesús fue el portavoz en el grupo de los doce discípulos. Es considerado el confidente de Jesús.
Pablo es un judío
fariseo de la diáspora, no conoce personalmente a Jesús de Nazaret, llega a ser
un perseguidor fanático de la comunidad cristiana de Damasco y, después de
recibir en visión el llamamiento al apostolado, pasa a ser el misionero de los
paganos por excelencia. Dos hombres muy diferentes, pero considerados ya en
este período primitivo del cristianismo como apóstoles destacados. Por eso la
cuestión sobre sus relaciones mutuas revistió especial importancia desde
antiguo.
EL GRECO, LOS APÓSTOLES PEDRO Y PABLO
Juntos pero no revueltos y no tan amigos: El Conflicto de
Antioquia.
Pablo nos lo narra
en su Carta a los Gálatas: “Pero cuando
Pedro llegó a Antioquía tuve que encararme con él, porque era reprensible.
Antes de que llegasen ciertos individuos de parte de Santiago, Pedro comía con
los paganos; pero, llegados aquéllos, solía retraerse y ponerse aparte,
temiendo a los partidarios de la circuncisión”.
La exposición del conflicto ha sido clara y terminante. Pedro, que
convivía con los gentiles cristianos y solía comer con ellos, cambia
súbitamente de conducta y comienza a retraerse de su compañía y a comer aparte
siguiendo las prescripciones mosaicas. Y esto ¿por qué? Porque han llegado
desde Jerusalén unos judíos cristianos, a quienes Pablo llama “del grupo de
Santiago,” y que son los mismos que habían pretendido en Jerusalén imponer a
los gentiles conversos la circuncisión y otras prácticas hebreas. Para ellos,
el documento de Jerusalén no ha significado nada y pretenden sujetar a los
neoconversos a lo que Pablo llama “el yugo de la Ley de Moisés.”
Parecería
a primera vista una disputa de personalismos: el partido de Santiago contra el
partido de Pablo, y Pedro oscilando entre ambos
Si en Antioquia Pablo continúa procediendo según la libertad y Pedro comienza a inclinarse por los judaizantes, la Iglesia de Cristo puede quedar dividida; ahí está la clave de la intervención de Pablo en este conflicto o disputa.
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